Parece una de las rutinas más simples y directas del libro. Pero lavarse la cara requiere tiempo y atención, y hacerlo de la manera correcta podría marcar la diferencia entre la piel radiante y un brote de acné.

Muchos creen que solo debes lavarte la cara para eliminar el maquillaje o cuando se ve sucio. En realidad, se recomienda que se lave la cara dos veces al día. Sin embargo, la cantidad de veces que se lava la cara puede ser menos importante que la ​forma en​ que se realiza el trabajo.

No importa su tipo de piel, textura o condición actual, el lavado correcto del rostro es esencial para tener una piel sana, además de ser la base de la rutina coreana, ya que al no tener la piel correctamente limpia y exfoliada, ningún tratamiento trabajará correctamente.

Es por eso que te dejamos aquí nuestros mejores tips de limpieza:

1. Debes lavarte las manos y la esponja que utilices.

Es una regla no escrita, pero uno no limpia una mesa con un trapo sucio ¿no? Te recomendamos las esponjas Konjac de MarkaInc.

2. Elimina TODO tu maquillaje

Es importante eliminar el maquillaje ya que este forma una capa sobre la piel que no deja pasar nada más. Intenta la doble limpieza con aceite limpiador o bálsamo y jabón facial.

3. La temperatura importa

 Usar agua caliente puede sentirse bien, pero no le está haciendo ningún favor a su piel. El agua caliente deshidrata: elimina los aceites saludables y naturales de la piel demasiado rápido.

El agua tibia es lo suficientemente cálida como para ayudar a aflojar la suciedad y el sebo sin quitarle la piel.

4. Masajea tu rostro durante al menos 60 segundos

Los productos de skincare no funcionan por arte de magia, debes dejarlos actuar.Y la técnica también importa. En lugar de frotar vigorosamente durante 20 segundos, pasa un minuto completo masajeando suavemente tu rostro con movimientos circulares. Esto estimula su sistema linfático, lo que estimula el oxígeno y la circulación sanguínea.

5. Seca con una toalla limpia e independiente

Nunca, bajo ningún motivo utilices la toalla que usas para el cuerpo para secar tu rostro. Aunque siempre es más fácil, no le estás haciendo ningún favor a tu piel, ya que normalmente las toallas que utilizamos para el cuerpo terminan con residuos que solo arrastramos a nuestra cara.

Utiliza una toalla suave y limpia con pequeños golpesitos, sin eliminar por completo la humedad, permitiendo que tu cara seque sola, pero con ayuda. 

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